Normalmente hablo de estas cosas en mi otro blog (
http://papermint-designs.com/community), pero me ha parecido que no hay mucha información en castellano sobre esta fabulosa tarjeta y me dije... pues oye, por escribir algunas entradas dos veces tampoco va a pasar nada no?.
La
BeagleBone Black llegó ayer y todavía no he podido hacer gran cosa con ella y lo más seguro es que tarde algún tiempo en poder hacer algo interesante, pero me apetecía contar, al menos, cuales han sido mis primeras impresiones.
Bueno, lo primero que llama la atención es su apariencia.
Personalmente me gusta mucho. El color negro de la placa, los bordes
redondeados, los LEDs azules y la elección de conectores pequeños que le
da un aire moderno.
Físicamente es como un
Arduino pero a lo bestia. Los conectores se encuentran a ambos lados de la tarjeta igual que en el Arduino, pero ofrecen muchísimas más señales. Lo mismo podríamos decir de los distintos conectores (USB, HDMI, microSD,...). Todos se encuentran en los lados más cortos de la tarjeta, igual que en los Arduinos, pero son un montón más.
Si la comparamos con una
Raspberry Pi, el tamaño de la tarjeta es prácticamente el mismo, sin embargo, la necesidad de utilizar una tarjeta SD y los conectores de vídeo compuesto y audio hacen que el tamaño efectivo de la Raspberry sea mayor. Por otra parte, hay que decir que esos
conectores no están disponibles en la BeagleBone Black.
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| BeagleBone Black sobre Raspberry Pi. Podemos ver la tarjeta SD sobresaliendo a la izquierda y los conectores de audio y vídeo compuesto en la parte superior |
Para ser justos tenemos que decir que es posible cortar la tarjeta SD (
http://www.raspberrypi.org/phpBB3/viewtopic.php?f=40&t=31609) o usar uno de esos adaptadores microSD de (
http://www.adafruit.com/products/966) consiguiendo eliminar el exceso de tamaño debido a la tarjeta
Como siempre se trata de qué es lo que cada uno quiera hacer. Si la quieres utilizar como un media center o un ordenador de sobremesa, el exceso de tamaño no importa en absoluto. Si lo que quieres es montar un robot, pues cuanto más compacta y menos cosas colgando mejor.
Otra diferencia con la Raspberry son los puntos de montaje, los cuales, una vez más pueden ser importantes o no, dependiendo de la aplicación a la que vayas a dedicar la placa. La BeagleBone Black, proporciona cuatro puntos de montaje en cada una de las esquinas (he dicho ya que son redondeadas :) de la tarjeta. Los primeros modelos de Raspberry no tenían ninguno, y fue en la revisión 2 cuando se añadieron dos en unos lugares un tanto extraños.
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| Puntos de montaje de la Raspberry Pi, uno junto al connector USB doble. El otro en el otro extremo, entre el conector HDMI y el microUSB para alimentar la tarjeta |
Finalmente decir que BeagleBone Black tiene tres botones.
Power,
Reset y un tercero que al parecer nos permite seleccionar si queremos arrancar de la memoria flash interna o de una tarjeta externa.
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| Botones de Reset y Power en la BBB |
Como ya he dicho un par de veces todo depende de lo que quieras hacer. Para mi, la BeagleBone es casi perfecta. El no disponer de ciertos conectores, lejos de ser un problema, es una ventaja... así no tengo que quitárselos yo después. Pero cada uno tiene sus propias necesidades.
Hasta aquí lo que el ojo puede ver a simple vista.
Ya adelantaba al principio que todavía no he tenido tiempo de hacer nada interesante con la tarjeta, pero lo que si he podido probar es el "
Hola Mundo" del Hardware... el LED parpadeante.
¿Qué puedo decir?. Usar un Arduino es muy fácil. La Raspberry Pi, aún requiriendo más interacción por parte del usuario también es muy fácil de configurar y empezar a utilizar, pero la BeagleBone es realmente un juego de
niños.
Simplemente tienes que enchufarla a tu ordenador con el cable USB proporcionado. Hasta aquí igual que un Arduino. El cable proporciona energía, así que la tarjeta empieza a funcionar inmediatamente. Al cabo de unos segundos... zas!. Un disco extraíble te aparece en el escritorio con un bonito icono de un Beagle. Doble click en el icono y encontramos un fichero llamado
START.html... vamos que pulsamos en él y un explorador se abre con las instrucciones necesarias para empezar a trabajar.
Si estás utilizando GNU/Linux no tienes más que seguir leyendo para saber como empezar a utilizar tu tarjeta. En otros sistemas quizás tengas que instalar algún software, pero no te preocupes hay enlaces directos en la página a todo lo que puedas necesitar para usar tu BeagleBone.
Personalmente creo que esta forma de proceder es muy innovadora. Bueno, es cierto que la BeagleBone original ya utilizaba esto desde hace casi dos años... pero no os sigue pareciendo super güay?...
Pues, como diría un conocido ratón "
anabolizado",
no se vayan emtavía que aún hay más. Desde este tutorial web proporcionado por la misma tarjeta, podemos acceder a un entorno de desarrollo similar al IDE de Arduino, con el que comenzar a escribir programas en BoneScript desde ya mismo. Bonescript es básicamente JavaScript con funciones para acceder al hardware especial de la BBB.
Cargamos el ejemplo que hace parpadear el LED (no recuerdo el nombre de memoria, pero era algo así como
blinkALGO). Vemos que usan el pin
P8_13. Consultamos en las mismas páginas proporcionadas por el servidor web corriendo en la tarjeta cual es ese pin. Enchufamos un LED y una resistencia con un par de jumpers y una placa de prototipos, pulsamos "run" y... voilá. Nuestro LED parpadeando.
Decir que los conectores hembra en la placa, igual que en el Arduino, son más fáciles de usar, sobre todo si ya tenías un Arduino y alguna placa de prototipos. Con la Raspberry no te servía de mucho haber trabajado con un Arduino antes.
A mi lo del Javascript y las webs no me interesan mucho, así que no creo que llegue a utilizar este interfaz muy a menudo... quizás para probar rápidamente algún sensor o alguna tarjetilla nueva, pero eso no quita que todo el sistema tal y como sale de la caja sea una de las soluciones más simples y limpias que haya visto nunca.
Dicho esto, abrí un terminal he inicié una sesión SSH... pero como siempre dice Conan, eso ya es otra historia.
Hasta la próxima.
Ogato Nosako
